Tarde musical

Ayer tarde quisimos deleitar a nuestros oídos con unas cuantas piezas musicales, así que nos fuimos a una audición de piano (entre otros instrumentos). Hay que destacar que las personas a las que fuimos a ver lo hicieron genial. A pesar de lo nerviosos que estaban, de que les temblaran las manos o salieran con cara de enfado consiguieron lograr que se nos pusiera la carne de gallina o que no pudiesemos quitar los ojos de sus rápidos dedos creadores de la melodía que nos envolvía.
Al acabar, dejando de lado los nervios iniciales pero con un ligero temblor en las piernas, logramos sacarlos de allí. Y, lo que había empezado como una tranquila tarde musical, derivó en una noche absurda!
¿Absurda? Sí, o que nombre le pondrías a momentos tales como: mirar como un pez coge piedrecitas y las escupe y luego reflexionar sobre lo aburrida que debe ser la vida de un pez, para finalizar escogiendo lo que nos gustaría ser si nos reencarnamos... triste, verdad? Por cierto, yo quiero ser un pájaro pequeñito! :D
Pero, no contentos con esto, añadimos a esta curiosa velada una tanda de acertijos, una sesión de estética sombrerillil (con alguna que otra pluma azulada) y algunos que otros improperios dirigidos a ese "simpático" camarero que no nos atendía. Después de algunos ataques de risa causados por anillos de mármol y "campanillas" aplastadas creímos oportuno irnos a dormir, porque de repente recordamos que todos teníamos cosas que hacer al día siguiente.

Sed felices!!