sábado, 17 de enero de 2009

De vuelta a empezar

Tras unas Navidades extrañas vuelve a empezar, de forma inevitable, un nuevo año. Un año cargado de buenos propósitos. Algunos se alcanzarán con una buena dosis de fuerza de voluntad y la mayoría se quedará en el tintero esperando la vuelta de otro año.
De forma también inevitable vuelven los conocidos exámenes y por tanto las horas de cansado estudio, pero con un añadido. Muchos de nosotros ponemos esta vez algo más de fuerza y ganas con la intención de aprobarlas y obtener el título este curso; con la mirada puesta, a la vez, en un incierto futuro que queremos que sea lo mejor posible.
Es curioso ver cómo en unos años nuestras preocupaciones han alcanzado cierto grado de seriedad e importancia, como nuestro ser intenrior ansía establecerse en un lugar dónde comenzar una vida nueva y que podamos construir poco a poco. Al mismo tiempo, andamos alrededor de esa situación deseada esperando pacientemente el momento de poder acercarnos y alcanzarla, esquivando los imprevistos que surgen de la nada dispuestos a hacernos retroceder en nuestros intentos.
En pocos meses nuestras vidas han dado un giro radical, los acontecimientos se han generado de forma tan rápida que apenas los hemos asimilado y ello nos ha traído un estado de confusión, como si el tiempo se hubiese detenido. No sabemos si estamos bien o mal, ni siquiera sabemos si estamos...

Si ahora mismo me concediesen un deseo, sería ver como están nuestras vidas en el mismo día de hoy pero con un año más.