Ojalá la Tierra decidiera, por un día, girar más despacio.
Que el Sol hiciese su recorrido saboreando cada segundo que ilumina, permitiéndome ver su reflejo en tu mirada.
Poder deleitarme en una caricia y tener tiempo de repetirla cien veces más.
Pasar los dedos por tu pelo hasta que se oscurezca el cielo.
Que la Luna pase por sus cuatro fases en una sóla noche.